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Cultura, arte y danza

"Esto recién empieza"

01/08/2022

Leonardo Scarano - Bailarín || Fotografía y edición de portada por Martín Bordón


  Hoy presentamos la portada de Agosto 2.022 en la revista, una portada que significa mucho para todo el equipo, ya que da cuenta del trabajo de un año entero, un año trabajando en conjunto para poder cubrir con nuestros registros espacios artísticos que no se cubren en portales o medios convencionales. Éste es uno de los objetivos que siempre tuvo la revista y sentimos, después de un año de trabajo integral con distintas disciplinas artísticas y pudiendo escuchar y ver el desempeño comprometido de artistas tan talentosos en toda la provincia, que pudimos cumplir con el mismo. Los matices de esta edición tan especial pretenden mostrar y representar el valor que la danza tiene tanto para Leonardo Scarano como para muchos artistas con los que nos fuimos encontrando en el primer año y tuvimos el placer de entrevistar y escuchar. Llamamos a Leo para poder conjugar lo apasionante de la danza española, su calidez humana y el talento de nuestro equipo en fotografía y edición, culminando así un ciclo muy importante para todes nosotres y ,con este proyecto, agradecerles por la compañía y el apoyo. Los invitamos a leer la nota que hicimos junto con Leonardo Scarano, bailarín de danza clásica y española, para celebrar este mes. Agradecemos al equipo de producción por el trabajo realizado (Germana Salazar en Direccion y producción; Martín Bordón en fotografía y diseño de Portada; Micaela Cattaneo en videografía, Javier Carrizo en Make Up) y a Leo por su disposición y sencillez para crear un ambiente de trabajo hermoso.

 

  Si hay un condimento común, la danza lo tiene en un carácter muy particular, ésta cambia, transforma, muta la vida completamente de los que la descubren con pasión y se atreven a nutrirse de ella por completo. Tanto es así que cuando comenzamos la entrevista preguntando a Leo por qué la danza era tan importante para él, sin dudarlo, cerrando los ojos y con determinación nos expresó que para él la danza comenzó siendo un escape hacia la realidad que deseaba vivir para luego encontrar una vida nueva y luz. Nada lo hacía vibrar más que ir a sus clases de danza y para él fué como haber encontrado un salvavidas para los días rutinarios dentro de la ciudad de Chivilcoy (a 160 km hacia el oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

 

  Si bien sus primeras clases las tomó aproximadamente a los 17, Leo recuerda ya tener una curiosidad muy latente por la danza antes de los 13, cuando, al volver de sus clases, su hermana, Lucía, le constaba con lujo de detalles cómo funcionaba el mundo de la danza. Más adelante, recuerda como una especie de revelación que le ayudó a entender cuál era su verdadera pasión: ocurrió cuando vió en el escenario a Carla Olivetto interpretando una adaptación de La Hija del Faraón, fue tal la conmoción que a partir de ese momento empezó a prepararse físicamente para poder empezar en algún momento danza, luego de 3 años y mucha paciencia, ya que su madre no estaba muy convencida del plan, se acercó al estudio más conocido de su ciudad, donde también estudiaba su hermana, el estudio que lo vió bailar por primera vez fué el estudio Brousse, de Alicia y Julieta, hoy actual Centro Cultural. Los esfuerzos que Leo hacía para avanzar se notaban por su perseverancia pero no eran suficientes para las pocas clases que tomaba por semana, su profesora en ese momento, Zunilda Cancela, le aconsejó practicar más horas. Haciendo caso a los consejos y sincerandose con el mismo, decidió dedicarse cien por cien a la danza el último año de secundaria.

 

  Fué tal el talento, que consiguió al poco tiempo una beca por 2 años en La Plata para estudiar Contemporáneo y Clásico cuando fué a un Seminario con Chichi Giobine para luego mudarse a CABA y presenciar el curso de varones del Colón. Estando en Buenos Aires, vio bailar a un cuerpo de bailarines una Sevillana llamada "Yo soy del sur" y su atención se centró absolutamente en ese formato de danza proveniente de la danza española. Por segunda vez, su cuerpo volvió a experimentar la misma curiosidad que había vivido cuando era un niño y toda la danza tomó un nuevo color, resignificó su mundovivido cuando era un niño y toda la danza tomó un nuevo color, resignificó su mundo artístico atraído por la fuerza, la pasión y la fogosidad caracterizada por esta danza andaluza. Aún así, luego de tomar una sola clase de danza española, tuvo que pausar su curiosidad para viajar a Salta a formar parte del Ballet de la Provincia. Luego de varios meses y con una pandemia de por medio, encontró un espacio donde podía explorar la magia y la chispa que le proporcionaba este tipo de danza de la mano de Daniela Pérez, maestra de español salteña. Leo nos cuenta que hasta el día de hoy sigue tomándose el tiempo para poder absorber todas las vetas que encuentra en esta nueva pasión, ya que hay particularidades de cada ritmo que lo hace único y las presencias no son siempre las mismas, y cada zapateo es algo delicado, comparado con un bordado y comparado con la danza clásica Leo nos cuenta sobre la naturaleza disruptiva y los puntos de unión donde se encuentran ambos ritmos: Una cosa no reemplaza a la otra; la danza española tiene movimientos cortados, con una energía mucho más fuerte, donde puedo notar más ruptura es en el pie, la diferencia que hay entre la bota y la media punta. Pero a la vez se complementan ambos movimientos ya que requieren mucha disciplina. El cante con el que se acompaña la danza española me conmueve muchísimo y la manera en que se transmite el dolor en la canción hace vibrar algo muy personal dentro mío. Nos cuenta también sus ambiciones para el futuro y nos confiesa que le encantaría tener una compañía propia de danza que articule clásico, español y contemporáneo más adelante y con una chispa en los ojos anuncia: Esto recién empieza.

Catalina Appendino 

Estudiante de Letras

Universidad Nacional de Salta


Leonardo Scarano por Martin Bordón

Leonardo Scarano por Martín Bordón

Leonardo Scarano por Martín Bordón

Leonardo Scarano por Martín Bordón

Leonardo Scarano por Martín Bordón

Leonardo Scarano por Martín Bordón